Aprendiendo

CÚRCUMA

¿Se acuerdan de que les he dicho que los condimentos son más que solo sabor? Y un claro ejemplo de esto es la cúrcuma.

La cúrcuma posee un principio activo llamado curcumina, y los estudios sugieren que la curcumina es un compuesto bioactivo prometedor en el tratamiento coadyuvante de diversas patologías. Algunos de sus efectos:

  • Antiinflamatorio (la inflamación crónica de bajo grado es un denominador común en muchas de las enfermedades prevalentes de hoy: cardiovasculares, diabetes, artritis, etc.)
  • Antioxidante
  • Reducción de síntomas en artritis reumatoide
  • Reducción de síntomas depresivos.
  • Regulación de los niveles de glucosa, prevención de diabetes tipo 2.
  • Aumenta la secreción de oxido nítrico (compuesto que ayuda a mantener una correcta circulación sanguínea), mejorando la función endotelial.
  • Puede ayudar a prevenir y/o tratar el cáncer de colon
  • Control de aspectos del síndrome metabólico, como reducción de los niveles de colesterol total, LDL y triglicéridos.

*En los estudios se destaca la necesidad de realizar mayor cantidad de estudios controlados aleatorizados.

Para aumentar la biodisponibilidad de la cúrcuma esta se puede combinar con pimienta negra, la cual puede aumentar la biodisponibilidad hasta en un 2000%, y/o consumir con alimentos ricos en grasa (como aceite).

Además de la curcumina, su principal componente activo, la cúrcuma también posee vitaminas y minerales como magnesio, cobre, zinc, vitamina C, vitamina E, etc. Claro que en cantidades no tan significativas. Estas vitaminas y minerales los obtenemos mejor de otros alimentos, principalmente de frutas y verduras. 

Obviamente, no se trata de comer cúrcuma a cucharadas, porque claramente no es la única solución a los problemas, pero si es una buenísima opción para comenzar a condimentar tus comidas diariamente. No olvidemos que la salud y el bienestar es un todo.