¿Cómo nos ocultan el azúcar?
Para empezar, debemos entender que NO solo el azúcar de mesa o común (llamada sacarosa = glucosa + fructosa) es capaz de generar elevaciones del azúcar (glicemia) en nuestra sangre y con ello el aumento de la insulina, derivando así, a largo plazo, en la conocida resistencia a la insulina y posterior diabetes. Tampoco es la única que genera los efecto dañinos que se conocen del azúcar: caries, obesidad, cáncer, enfermedades inflamatorias y autoinmunes, etc. (Lee más sobre esto en mi post sobre el azúcar).
Todos estos efectos pueden ser generados por los llamados carbohidratos simples: los disacáridos y monosacáridos.
Los monosacáridos son formados por una sola molécula y son la: glucosa, fructosa y galactosa. Por otro lado, los disacáridos están formados por la unión de dos moléculas, y son:

- La lactosa (azúcar de la leche): formada por la unión de una glucosa + una galactosa.
- La maltosa: formada por la unión de dos glucosa
- La sacarosa (azúcar común o de mesa): formada por la unión de una glucosa + una fructosa.
Estos se pueden encontrar tanto en forma natural como artificial en los alimentos.
Tantos los monosacáridos como disacáridos son rápidamente absorbidos por el organismo cuando son consumidos en productos procesado, generando peaks de azúcar (glicemia) y de insulina en la sangre, ya que poseen un índice glicémico igual o mayor que el azúcar (sacarosa), a excepción de la fructosa. Y poseen las mismas calorías.
La ley de etiquetado nutricional de alimentos en Chile solo considera la sacarosa como tal para etiquetar a un producto como que “tiene azúcar”. Por lo tanto, cualquier producto que no tenga sacarosa se puede etiquetar como “sin azúcar añadida”.
¿Qué hace la industria? Utiliza otros nombres para añadir azúcar enmascarada a sus productos, especialmente a aquellos «light» «diet» «libre de azúcar» «0% azúcar» o para evitar poner el descriptor «ALTO EN AZÚCAR».
Todos los nombres que te menciono a continuación ejercen el mismo, peor o casi igual efecto que el azúcar de mesa (o blanca o sacarosa) en el organismo, pero se añaden a destajo en muchos (MUCHOS) productos de consumo diario, y lo peor falsamente etiquetados como “saludables”:
- Jarabe de maíz alto en fructosa
- Fructosa
- Glucosa
- Sacarosa
- Maltosa
- Maltodextrina
- Dextrosa
- Melaza
- Jarabe de melaza
- Jarabe de maíz
- Jarabe de arroz
Se usan carbohidratos simples (di y monosacáridos), sinónimos de estos que pocos conocen y otros azúcares generados artificialmente por la industria porque son más baratos de producir (y más adictivos al paladar, sobre todo el jarabe de maíz alto en fructosa)
¿Qué consecuencias tiene esto? ¡muchas! Varios son aún más dañinos para los resistentes a la insulina y diabéticos, quiénes consumen estos productos pensando inocentemente que no tienen azúcar. Además, ¡engañan al consumidor constantemente!
Es MUY importante que aprendan a leer la lista de ingredientes, es un hábito que se adquiere rápido y que permite ¡no dejarse engañar por la publicidad!
¡Seamos consumidores críticos! Si compramos algo que sea porque nos gusta y ¡no porque nos engañaron!
Si quieres seguir leyendo, te invito a conocer más sobre algunos de estos azúcares ocultos en mi otro artículo sobre estos (click aquí).
TIPS DE LA CLAU💜:
- Lee la lista de ingredientes de los productos que quieres comprar y fíjate si tiene algún azúcar oculto.
- Evita los productos “light” o “diet”, ese descriptor es un nombre de fantasía y la mayoría NO son saludables.
- No porque no tenga azúcar se puede comer ilimitadamente. NO son libre de calorías.
- Prefiere la comida de verdad y el azúcar en la comida casera.