Ayuno Intermitente
¿Qué es el ayuno? Es el cese voluntario de la alimentación, realizado por distintos motivos: terapéuticos, religiosos, estéticos, etc. Es planificado y cada persona decide cuándo y cómo hacerlo.
El ayuno es algo que en realidad realizamos todos los días, desde nuestra última comida en la noche, hasta el momento en que tomamos desayuno, des – ayuno = rompemos el ayuno nocturno.
El ayuno nocturno es algo natural, que realizamos todos los días al momento de irnos a dormir, y que permite al organismo realizar procesos muy importantes de reparación y detoxificación naturales.
Nuestro cuerpo está programado por un “reloj maestro” ubicado en el cerebro (hipotálamo) que censa los cambios de luz-oscuridad. Con la llegada de la oscuridad se libera naturalmente melatonina (la hormona del sueño), y esta hace que todos nuestros órganos entren en un estado de reposo y/o reparación.

Así, se eliminan sustancias tóxicas, se reciclan componentes de las células, se reparan estructuras, se utiliza lo almacenado durante el día, entre otros.
Entonces, cuando el cuerpo se alimenta predominantemente de noche, o durante todo el día y además durante gran parte de la noche, no le damos espacio para que tenga sus procesos naturales de descanso y reparación.
Está demostrado que personas con hábitos predominantemente nocturnos tienen más tendencia al sobrepeso, la obesidad, diabetes, riesgo cardiovascular, entre otros. Esto es porque nuestro organismo es más eficiente en digerir, absorber y metabolizar los nutrientes durante el día que durante la noche.
El ayuno intermitente en sus raíces lo que busca precisamente es eso, que el organismo se deshaga de sus toxinas, se repare, recicle sus componentes y disminuya su grado de inflamación.
Hoy en día se puso de moda el ayuno intermitente no como una herramienta para buscar lo de arriba mencionado, si no como una estrategia para bajar rápidamente de peso.
Existen distintos tipos de ayuno, los más conocidos son:
- Alimentación en tiempo restringido: es el más común y consiste en comer 8 o 4 horas al día, y ayunar las 16 o 20 horas restantes. (ayuno 16/8 o 20/4)
- Dieta que imita al ayuno (ayuno de 5 días): se come muy poco (menos de 1000 calorías) por 5 días consecutivos.
- Ayuno 5:2: dos días a la semana no consecutivos se consumen 500 a 600 calorías.
- Ayuno de día completo: se consume una comida al día.
- Ayuno en días alternos: un día de ayuno (máximo 500 calorías) y otro día de alimentación normal.
Ahora bien, debemos ver que dice la evidencia al respecto. Debemos tener en claro que los estudios sobre el ayuno intermitente son relativamente recientes y que todavía NO está todo dicho.
Algunos han mostrado resultados prometedores como:
- Baja de peso con disminución del porcentaje de grasa corporal y de la circunferencia de cintura.
- Mejora de parámetros en sangre como: disminución de triglicéridos, de insulina, glucosa, colesterol LDL (“malo”), índice de HOMA y niveles de leptina (asociado a la disminución de la masa grasa), y aumento en los niveles de adiponectina.
- Disminución del riesgo de enfermedad cardiovascular y menor riesgo de diabetes mellitus II.
- Disminución de la presión arterial sistólica y diastólica.
En todos los estudios en que se producía una disminución en el peso y en el porcentaje de grasa era porque existía un DÉFICIT CALÓRICO asociado, es decir el ayuno intermitente por si solo no produce una baja de peso ni en la grasa corporal. Y todos los beneficios antes mostrados están asociados a esta disminución de peso, cambios que también se lograron con los protocolos de alimentación durante todo el día, pero con restricción calórica (es decir, consumiendo menos calorías que las gastadas).
Si se comparan los protocolos de ayuno intermitente con restricción calórica continua, no hay diferencias significativas en la disminución de peso, circunferencia de cintura ni grasa corporal. La única diferencia que habría es que en el ayuno intermitente la masa muscular se conservaría mejor, pero aún faltan muchos estudios a largo plazo para comprobarlo. También, algunos estudios muestran que el ayuno intermitente podría ayudar a mejorar los niveles de insulina.
En personas que ya tienen un riesgo metabólico muy elevado, con obesidad, hipertensión arterial, triglicéridos y colesterol LDL (“malo”) muy altos, estos protocolos llevados por un tiempo podrían ayudar a mejorar sus parámetros y mejorar su salud metabólica, seguidos por cambios en sus hábitos que permitan mantener esta mejora.
Denuevo destacar, que todavía NO hay conclusiones tajantes sobre este tipo de alimentación, y que faltan muchos estudios aun para saber “toda la verdad”.
En conclusión:
- la baja de peso se debe a que se produce un déficit de calorías asociado.
- Hay resultados prometedores, pero aún faltan estudios.
- NO es una dieta milagro. Resultados similares se pueden lograr con estilos de vida saludable: alimentación equilibrada y ejercicio físico.
No existen milagros, si buenas estrategias alimenticias.
¡Elige una alimentación que te acomode, que te haga sentirte bien, feliz y que te dure toda una vida!
Si te acomoda realizar ayuno intermitente y te sientes bien haciéndolo, ¡adelante!, pero no es imperativo que todos tengan que llevar este estilo de alimentación, por que simplemente NO es para todos.